Desde que era niña soñaba ser profesora,
me gustaba la idea de brindar conocimientos y
experiencias a los alumnos. Con mis amigas fingía ser maestra, les
dejaba tareas y ejercicios. Hoy puedo
decir que logré alcanzar mi sueño de ser profesora, aun así siento que me falta
mucho por aprender y enseñar.
Realizar una maestría fue una
meta que me propuse alcanzar, pero por falta de dinero no pude hacerlo. Cuando
me entere que la Municipalidad de Villa María del Triunfo estaba otorgando 150
becas para estudiar una maestría, no lo dude un segundo.
Lo que más me gusto de las
maestrías otorgadas por la alcaldesa Silvia Barrera, era que podía estudiarla en
mi propio distrito sin necesidad de ir
hasta la ciudad universitaria. Me pareció una excelente oportunidad, no solo para
mí, sino para todos los que vivimos en este distrito.
Los maestros villamarianos
necesitamos estas maestrías que directamente inciden en la calidad educativa y
la comunicación; los escolares necesitan, por ejemplo, mayor énfasis en la
comprensión de lectura; entonces, estas maestrías están destinadas precisamente
a perfeccionar la calidad profesional de los docentes en esas áreas.
Los beneficios de las maestrías
aumentan la capacidad de todos los educadores, pero no solo inciden en nosotros como docentes,
sino en los alumnos, son ellos quienes al final reciben todo lo aprendido por
mí en las clases de postgrado de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos.
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